Una fractura es una grieta o una rotura de un hueso. La mayoría de las fracturas son consecuencia de la fuerza aplicada a un hueso. Caídas, golpes con un objeto, torcerse o doblarse el hueso son algunas de las causas más normales de fracturas.
Según la severidad, puede tratarse de:
Fisura: se emplea cuando el hueso sólo está agrietado o parcialmente fracturado y suele ocurrir por una lesión relativamente menor.
Fractura en tallo verde: es una fractura incompleta, que semeja el quiebre de una rama de un árbol joven. Sólo uno de los lados del hueso se fractura y el hueso se dobla.
Fractura completa: el hueso se fractura en partes.
Fractura simple: es una fractura completa en la que el hueso se quiebra en dos fragmentos. Esta fractura puede ser transversal (en línea recta a través del hueso), oblicua (en ángulo) y espiral (debido a un movimiento de torsión). Este tipo de fractura generalmente es el resultado de una lesión grave.
Fractura compleja: es una fractura completa en la que el hueso se quiebra en varios fragmentos.